viernes, 17 de abril de 2015

Día de ponerse nervioso

—Tonterías —interrumpe el viejo escritor de Florida— eso de que esta es una época estresante es una tontera como una casa. Vivir con miedo de que te mate un animal, una infección o simplemente el hambre. Temer que venga la langosta o los hongos o el gorgojo y te dejen sin cosecha. Temer que tu esposa muera al dar a luz; eso es estresante. Los que dicen eso de la época estresante son una manga de acomodados que no se detuvieron a pensar la suerte que tienen de vivir ahora.
—En todo caso, no me negarás que viven estresados.
—Es que además de acomodados, son pelotudos. Una cosa no ha cambiado desde los supuestamente buenos viejos tiempos: lo malo viene rápido, lo bueno viene lento. El tigre te salta encima, el trigo tarda en germinar. Los ríos arrasan todo en unas horas; los hijos tardan meses en salir del vientre. Como arreglamos buena parte de lo malo, piensan que además lo bueno tiene que venir rápido; como si los tomates en lata no tardaran lo mismo en crecer. Lo de hoy no es estrés, es rabieta de niñatos que quieren todo ya —concluye, y apura otra ginebra.

Yo creo que es fácil hablar desde la mesa del bar, pero por respeto a sus años, no le digo nada.

Abstract Clock
Abstract Clock via photopin (license)

91 palabras de yapa

Llámenme como quieran, pero me encanta. Adoro que Mario sostenga mi silla como si yo no pudiera hacerlo sola. Me encanta la deferencia con la que lo hace. Me pregunta qué voy a hacer hoy, le respondo que no tengo idea. Saco el cuaderno y el lápiz; me quedo mirando el parque. En la plaza de juegos, una pareja ayuda al hijo a subir el tobogán. Trato de verme junto con Lucas en lugar de ellos; pero no me sale ni siquiera ignorando el hecho de que ya no estamos juntos.

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